40 minutos de documental, respuestas de Paul a sus fans y demás. Comenta mucho sobre México.
Está muy simpático!
40 minutos de documental, respuestas de Paul a sus fans y demás. Comenta mucho sobre México.
Está muy simpático!
No importó que minutos antes de comenzar el concierto cayeran gordas gotas de lluvia sobre el Foro Sol de la Ciudad de México, pues apenas el helicóptero de Sir Paul McCartney atravesó el cielo, éste se despejó como mandato del Creador para ver en vivo a uno de sus hijos más destacados en el arte de la música y que más influencia ha tenido en la sociedad en las últimas décadas...
Ante el aplauso de tan impresionante público, ataviado de un traje negro tipo oriental, abrió el concierto del jueves acompañado de su característico bajo de madera tocando su Venus and Mars, canción que casualmente trata de cómo el publico espera paciente a que comience un concierto.
Paul de inmediato se dirigió a sus fans en español con un aburguesado acento inglés "¡Hola México, hola Chilangos!" frase que provocó hilaridad entre los asistentes.
NOCHE 'BEATLE'
Entonces tocó la primera canción Beatle de la noche: All my Loving. El público se le entregó. Paul tomó de nuevo el micrófono diciendo en español: "Trataré esta noche de hablar mexicano" como si éste fuera un idioma, pero todos agradecimos el esfuerzo.Comenzó Leting Go, otro éxito como solista. McCartney acomodó su bajo para quitarse su saco y quedarse sólo en camisa blanca y tirantes rojos. Se arremangó mientras dijo a los espectadores: "¡hoy hay fiesta en México!" .
Después otra canción añeja Beatle: Got to get into my Life. Terminó y volvió al micrófono: "me tomaré un minuto para verlos a todos -mientras repasaba el Foro con la mirada- estoy impresionado, son muchos!". Y es que sí éramos... 60 mil personas. Agradeció tan fiel asistencia y tocó Let me roll it. Entonces fue cuando dejó su elegante bajo y subió otra plataforma para instalarse en su agraciado piano regalando The Long and Widing Road, donde estuvo acompañado por la oscuridad y miles de celulares prendidos que adornaron las gradas.
Paul McCartney decidió tocar enseguida Let'em In, y los encendedores hicieron su aparición. Paul, desde su piano, volteaba sorprendido hacia las gradas disfrutando el improvisado espectáculo luminoso que el público mexicano le regalaba. Terminó la canción y Paul mencionó en su flemático inglés: "lo que hicieron con los encendedores fue maravilloso, nunca lo había visto. Esto sólo ocurre en México", palabras que causaron la ovación general. Aún visiblemente emocionado, pidió al público que volviera a hacer lo de los encendedores, y con guitarra en mano improvisó una sencilla pero emotiva canción: Shining Lights in Mexico (Luces Brillantes en México) que terminó por concluir la comunión entre leyenda musical y fieles seguidores nacionales.
"Esta canción la compuse para el amor de mi vida, Linda, pero esta noche es para ustedes", enseguida entonó la romántica My Love. Siguieron las clásicas Two of Us, Black Bird y Eleonor Rigby que fueron un deleite para todos los antaños beatlemaniacos.
Y LENNON SE HIZO PRESENTE...
"La siguiente canción la escribí para mi gran amigo John Lennon, a quien quiero y extraño".Fue quizá el momento más emotivo de la noche, pues aplaudimos con las lágrimas al borde de la traición. Paul, con el corazón, interpretó Here Today (Aquí Ahora), mientras aparecían en el escenario imágenes de John y Paul juntos en su juventud.
Terminó para seguir con los homenajes: ahora tocó el turno a George Harrison, que fue recordado por McCartney tocando su excelente Something (Algo...) y que también fue acompañada por añejas fotografías de ambos.
El Foro Sol se encontraba en su momento más emotivo. El Beatle vivo se percató que nos acompañaba la luna llena y nos hizo aullar como hombres lobo en otro magnífico momento de improvisación. Siguió el popurrí que abre Band on the Run (Banda en el Camino), continuó con I Have a Feeling y con Back in the USSR.
"La siguiente canción, nunca la hemos tocado en un concierto, esta vez, en México, será la primera vez que lo haremos" para enseguida iniciar con la increíble Obla Di- Obla Dá que forma parte del magistral Álbum Blanco.
Y regresó a homenajear a su colega John Lennon: tocó con todo sentimiento A Day in The Life junto con Give Peace a Chance (Dale una Oportunidad a la Paz) canciones símbolo de John y su lucha social.
Los mexicanos no dejamos de aplaudir tan oportuno detalle. Entonces regresó al piano y se volvió el Paul clásico: las inmortales Let it Be, Hey Jude y Live and Let Die que estuvo espectacularmente acompañada por fuegos pirotécnicos.
Paul se despidió del público mexicano enviando mil y un besos. Pero el grito de "¡Paul Paul! era unánime y ensordecedor, de modo que volvió al escenario, ahora portando una gigante bandera de México, situación que provocó el afecto popular. Day Tripper, Lady Madonna, Get Back, Helter Skelter, y por supuesto no podía faltar la catalogada mejor canción del Siglo XX: Yesterday, para terminar con la despedida del Sargento Pimienta y el impresionante popurri final del álbum Abbey Road.
Los mexicanos simplemente no dejaban de aplaudir, de vitorear, de entregarse a la leyenda viviente. Un afortunado fan, desde su lugar, lanzó al escenario la playera de la Selección Mexicana de Futbol. Paul McCartney la recogió, no perdió de vista al aventurado fan, y desconectando su elegante bajo, lo firmó y se lo envió como regalo. Todo el estadio gritamos de envidia, emoción y sorpresa. Así terminó el concierto. Con un público del todo entregado y con un Paul McCartney visiblemente sorprendido del amor y la peculiaridad de su público mexicano.
Fue tanta la emoción del ex Beatle que a medio show compuso una canción exprés titulada “Shine a light in Mexico” aludiendo a los encendedores que se encendían y apagaban de forma sincronizada en cada melodía.
McCartney también habló varias veces en español y hasta usó la expresión chilango para referirse a la gente: “¡Hola, Ciudad de México; hola chilangos!”, y el público,entregado, no dejó de ovacionarlo durante dos horas y media de concierto.
Por si fuera poco Paul dejó que una joven subiera al escenario para bailar con él y minutos después, cuando el show ya había terminado, McCartney firmó su bajo y lo regaló a una persona del público.
A la lista de sorpresas/ detalles debe sumarse el despliegue de pirotecnia en “Live and let die”, que no le pidió nada a una celebración del 16 de septiembre pues los fuegos artificiales que iluminaron el cielo se vieron hasta su natal Liverpool.
A este memorable encuentro no podía faltar la representación de la “Capital Mundial del Calzado”, por lo que la entusiasta delegación leonesa estuvo comandada por Gerardo Arana y el Trooper Tour.
Desde luego Paul trajo a la primera de dos fechas, un repertorio impecable… excepto uno que otro éxito Beatle que faltó.
Todos cantaron, vibraron, recordaron y disfrutaron por igual; desde niños que escuchan a los Beatles por herencia paterna, hasta adultos que recordaron los años en que sonaron esos clásicos.
“Jet”, “Let me roll it”, “Lady Madonna”, “Band on the run”, “Back in USSR” y “My love” fueron algunos de los temas interpretados en la primera parte del show. Por supuesto al inicio de cada canción miles de gargantas estallaron en júbilo.
McCartney estuvo acompañado por excelentes músicos, destacando el baterista Abbe Laboriel Jr. (sobrino de Johnny Laboriel) cuya espectacularidad robó cámara.
En la segunda mitad del concierto sonó lo mejor del repertorio: “Let it be” (varios asistentes lloraron), “Yesterday”, “Hey Jude” (en la que el Foro Sol entonó el coro con el corazón en la mano), “Welter Skelter” y “Get back”.
McCartney regresó dos veces al escenario debido al entusiasmo y cariño de la gente, que pedía “otra” y “otra”.
La última tenía que ser “Sgt. Pepper’s lonely hearts club band”, que transportó a todos a la época Beatle y definitivamente demostró que Paul McCartney es una leyenda viviente de la música.
Una gran noche
La sorpresa: La fan que subió al escenario a bailar con Paul, y también el bajo autografiado que regaló el músico al finalizar el concierto.
Las más coreadas: “Hey Jude”, “Let it be”, “Yesterday”.
Los representantes: 40 asistentes de León que viajaron con Gerardo Arana y el Trooper Tour
Lo colorido: Varios asistentes estuvieron vestidos como el Sargento Pimienta
Lo sorprendente:La energía de Paul McCartney, quien a pesar de su edad derrochó vigor en el escenario
En una noche emotiva y llena de fieles seguidores, Sir Paul logró llevar a sus fanáticos a momentos delirantes con su Up and Coming Tour en la Ciudad de México.
Ciudad de México.- El público ya lo esperaba desde hace años. Su presentación, en el enorme escenario del Foro Sol, iluminado con luces azules y con dos pantallas gigantes laterales fueron el marco en el que Paul McCartney apareció con un traje negro causando euforia al saludar a los asistentes al Foro Sol con un casual: “Hola, chilangos”.
Uno de los dos Beatles que aún vive abrió la noche a las 21:30 horas fue con “Venus and Mars”, para continuar con mezclas de temas como “Jet”, las cuales sonaron en medio de un abarrotado recinto, en el cual también se mostraron videos que recordaron a los miembros de la llamada banda más exitosa de todos los tiempos.
“Buenas noches, Ciudad de México, es grandioso estar aquí de nuevo”, dijo en inglés, para luego reiterar su mensaje en español: “Estamos muy contentos de estar aquí”.
Luego de “All my Loving”, el intérprete inglés pidió un minuto de silencio para disfrutar del espectáculo que le ofrecían sus fanáticos, quienes con encendedores y teléfonos móviles iluminaban el recinto. “Permítanme que me tome unos minutos para contemplar esto”, dijo el artista, quien se disculpó por no tener gran vocabulario en nuestro idioma, pero que prometió hacer del concierto toda una fiesta en México.
“Esta canción la escribí para Linda, pero esta noche se la dedico a todos los enamorados”, fueron las palabras que el británico expresó, para dar inicio a la canción “My Love”.
Al interpretar “Letting Go”, el músico se quitó el saco en medio de aplausos y gritos ensordecedores que llenaron el lugar de emoción, mientras que público de todas las edades no paró de corear temas como “Sideways” o “The Long and Winding Road”.
Con la interpretación de “Let’em In’, que la gente acompañó con sus teléfonos y encendedores, fue el turno del músico para sorprenderse y dejarse llevar por la euforia de una noche que apenas estaba arrancando.
El recuerdo estuvo siempre presente en el inmueble, que ha tenido en su escenario a grandes bandas de rock, las cuales han conjuntado a enormes cantidades de jóvenes, quienes en esta ocasión cedieron este espacio para que gente de mayor edad presenciara un espectáculo esperado desde 2002, fecha del último show del británico en México.
La voz y cada una de las interpretaciones del compositor, que fueron acompañadas por su no muy numerosa banda, sonó de manera clara en todo momento y de forma especial en la canción “Blackbird”, que se llevó una gran ovación que aumentó su intensidad cuando una Luna simuló bajar hacia el estrado.
El tema “Here Today” fue dedicado a su compañero John Lennon diciendo: “Escribí esta canción pensando en mi amigo John”, con lo que ganó nuevamente un gran aplauso.
Los instrumentos lograron una mezcla de melancolía y alegría, que fue recibida con gran emoción por las cerca de 55 mil personas que abarrotaron el Foro Sol para escuchar grandes éxitos de las décadas de los sesenta y setenta, como fueron “Something”, en la cual Sir Paul rindió un tributo a George Harrison con un despliegue de sonidos que hizo temblar, literalmente, al Foro, al igual que el tema “Obladi, Oblada”.
De una manera insólita, el Foro Sol, lleno como nunca antes, se convirtió en una fiesta de innumerables y entrañables recuerdos que el cantante también sintió y demostró diciendo “I got a feeling”, tal y como lo dice la canción con ese nombre.
McCartney recordó sus tiempos infantiles de escuela en Inglaterra, al relatar que aprendió algo de español, lo que demostró al decir: “Tres conejos en un árbol tocan el tambor, que sí, que no, que sí lo he visto yo” dijo antes de cantar “Paper Bag Writer”, con lo que ganó una nueva ovación para añadir a su colección.
“A Day in Life” fue coreada por la multitud que escuchó las palabras que el intérprete ofrecía después de cada canción, en las que se mostraba su imagen en las dos inmensas pantallas que hacían que fuera visto en cada rincón del foro, que recibió “Let it Be” directo en el corazón.
Durante la canción “Live and Let Die”, en dos ocasiones el cielo se vio cruzado por impactante fuegos artificiales que salieron de detrás del escenario, que, entre llamas de colores, llevó al público a la euforia máxima.
Sentado frente a su piano, el músico inició con el tema “Hey Jude” con el que puso a cantar a los presentes, a quienes dividió entre hombres y mujeres haciendo divertidas muecas con las que luego unió a un estruendoso coro del cual se despidió agarrando las manos de toda su banda.
Los aplausos y los gritos no cesaron, por lo que ondeando una bandera mexicana el cantante volvió a aparecer entre una nueva iluminación que fue a juego con el vibrante sonido de “Day Tripper”, “Lady Madonna” y desde luego “Get Back”.
Como si fuera un himno, la gente guardó silencio al escuchar los primeros acordes de guitarra de “Yesterday”, en la que las luces del Foro recrearon un cielo estrellado que recordó la magia de los Beatles.
La emotiva noche terminó entre coros y sonrisas causadas por “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, y la felicidad de los asistentes demostró que el talento de Paul McCartney sigue tan vivo como el recuerdo de la banda que lo volvió famoso.
Por fuera
El concierto que el ex Beatle, Paul McCartney ofrecerá hoy en el Foro Sol será transmitido completamente en vivo en el Monumento a los Niños Héroes, ubicado en el Bosque de Chapultepec.
En conferencia de prensa, la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, Elena Cepeda informó que ésta es la primera vez que McCartney acepta que uno de sus conciertos sea transmitido de manera simultánea.
En el antiguo palacio del Ayuntamiento, señaló que el concierto se podrá ver en una pantalla gigante que será instalada en el Monumento a los Niños Héroes y sin ningún costo para la administración local.
La funcionaria explicó que el espectáculo se podrá ver a partir de las 21:00 horas, a través de una megapantalla de 9 por 7 metros.
Indicó que se contará con un espacio para las personas que quieran instalarse en el lugar, a partir de las 18:00 horas.
Puntualizó que este concierto, el cual forma parte de la gira Paul McCartney Up and Coming Tour, se podrá disfrutar también a través de la página de internet de Coca Cola.
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Cuarentones, cincuentones, jóvenes y uno que otro menor enloquecieron. Con esto concluyó de manera formal y fue la primera despedida.
Regresó dos veces más al escenario, la primera, ondeando la bandera de México, para felicidad de los asistentes.
Cerró con "Lady Madonna", "Get Back" y "Yesterday". Fueron en total 43 canciones, en dos horas con 45 minutos. Sin duda un concierto inolvidable.
Después, sin descansar un solo minuto, McCartney continuó con "Back in the URSS", que fue el preámbulo para contarle a la audiencia que a los 11 años de edad, en Reino Unido aprendió la leyenda de los tres conejos en un árbol tocando el tambor, que explicó medio en español.
Y uno de los momentos más esperados se dio casi a las dos horas de concierto, cuando tocó "Let it Be", Paul al piano y Brian Ray, en el bajo.
De ahí se dio paso a los juegos pirotécnicos, al interpretar "Live and Let Die", misma que concluyó recargado en el piano, con la mano izquierda en su mejilla, mirando al cielo con cara de asombro.
El ex Beatle ofrecerá este viernes su segundo recital en la capital mexicana
Paul McCartney.
De pronto Paul McCartney tomó su guitarra, la levantó a todo lo alto, luego miró al cielo, abrió los brazos y sonrió en señal de agradecimiento.
Eran las 23:59 horas y fue el colofón a una noche en la que de principio a fin estuvo en completa comunión con los más de 50 mil asistentes al Foro Sol en la primera de las dos presentaciones en México.
McCartney se entregó en todo momento a la multitud, no dejó ningún espacio entre canción y canción para agradecer, jugar, bromear con la gente. Por eso la reacción fue inmediata, hasta hubo alguien que al final le lanzó una playera de la selección mexicana, en señal de júbilo y en respuesta a su entrega.
Apoyado en textos previamente traducidos, el cantante hizo todo por echarse a la bolsa a la gente. Desde el saludo en un español un poco accidentado, de "¡Hooola chilangos!", hasta el "¡Estamos muy contentos de estar aquí de nuevo!". "Paul, Paul, Paul, Paul", fue el grito más frecuente en toda la noche.
29-May-2010 a las 02:29:24 PM
El inglés abandonó su hotel a las 16:25 horas de ayer rumbo al Foro Sol para su segunda presentación¡hey!La segunda fecha del músico británico en nuestro país fue transmitida en tiempo real en una pantalla gigante situada en Chapultepec; Paul dijo que fue un obsequio para sus seguidores.
Sáb, 29/05/2010 -Como “un regalo para los mexicanos” calificó Paul McCartney a la conjunción de distintas empresas e instituciones para mostrar simultáneamente su segundo concierto en el Foro Sol en una pantalla gigante situada en el Bosque de Chapultepec.
Entre en el concierto en vivo y la proyección por medio de una pantalla de nueve metros de ancho por siete de largo en el monumento a los Niños Héroes hubo una gran similitud: el acceso resultó muy complicado.
Después de la tranquilidad que se respiró en dicho sitio por la tarde, para aquellos peatones que conocen la ciudad y dominan las más de 10 salidas de la estación del Metro Chapultepec, fue fácil encontrar el único acceso al monumento a los Niños Héroes, el de Circuito Interior, aunque no resultó así de sencillo para quienes no están familiarizados con la zona. Adicionalmente, aquellos que contaban con vehículo, tuvieron la facilidad de ingresar al lugar por la avenida Reforma.
De las 5 mil personas que se esperaban, las primeras comenzaron a reunirse alrededor de las 18:00 horas: sombrillas y plásticos en el piso eran indispensables, ya que la lluvia había cesado, pero su amenaza permanecía constante.
“Conseguir los boletos era imposible, y más aún con los revendedores, prefiero venir aquí e incluso compartir con mi familia la música del maestro” comentó Carlos, quien optó por ver el espectáculo acompañado de sus dos hijos y su esposa.
El espacio asignado para la proyección iba desde la famosa entrada de los leones, hasta la explanada del monumento a los Niños Héroes, lucía relajado minutos antes de que diera inicio el concierto. Las personas aún podían caminar en busca de un lugar más cercano.
Los presentes se emocionaban al ver las primeras imágenes desde el Foro Sol, que alrededor de las 20:30 horas ya lucía a su máxima capacidad. Antes de que el concierto diera inicio, se proyectaron algunas imágenes de Paul acompañado de Ringo, George y John, con algunos de sus grandes éxitos.
A las 21:20 dio inicio el concierto, en el cual los asistentes se emocionaron tanto como los presentes en el Foro Sol.
Fuera del hotel
Después de poco más de 7 horas, la ilusión de los fans de Paul McCartney se hizo realidad; pues el ex Beatle salió de su hotel en Paseo de la Reforma; y aunque iba bien resguardado por su equipo de seguridad, bajó el vidrio de su camioneta y ofreció un saludo a las personas que lo esperaban desde las 9 de la mañana.
El detalle fue efímero, aunque el intenso tráfico que se registró en los alrededores del hotel, ayudó a los fans quienes gozaron la oportunidad de perseguirlo desde Reforma hasta Avenida Chapultepec.
Fue seguro
60
Elementos presentes por parte de Ocesa.
80
Integrantes de la Secretaría de Seguridad Pública dentro del bosque.
150
De Seguridad Pública al exterior.
50
De seguridad del Bosque de Chapultepec.
2
Ambulancias.
1
Carpa de servicios médicos.
•••
Trabajan más de 10 horas
Aproximadamente a las 8:00 horas del día de ayer, tres camiones llegaron al Bosque de Chapultepec para instalar una pantalla a través de la cual sería proyectado el segundo concierto de Sir Paul McCartney en el Foro Sol de la Ciudad de México.
Tras diez horas de trabajo y pese a la lluvia, a las 18:00 horas dio inicio la proyección de algunos videos e incluso caricaturas que sirvieron como prueba previa a la transmisión del show.
Instalada sobre la calzada Juventud Heroica, exactamente al pie del monumento a los Niños Héroes, la pantalla de aproximadamente 40 metros cuadrados logró congregar a personas de todas las edades, que debido a diferentes razones, no pudieron acudir al Foro Sol para presenciar el concierto del ex Beatle en vivo.
Ese fue el caso del señor Agustín Robles, quien desde las 16:00 horas llegó a apartar su lugar, asegurando que en esta ocasión no pudo comprar boletos para irlo a ver, como en el 2002, que estuvo presente dentro de las primeras 10 filas del Palacio de los Deportes. Y prefirió observarlo en la megapantalla.
“Ya que no pude estar en el Foro, de menos estar aquí con gente igual de loca que yo. Creo que McCartney significa mucho para todos; unos fueron al hotel, otros al foro, y otros estamos aquí bajo la lluvia”, afirmó.
A las afueras del Metro Chapultepec, vendedores ofrecieron a los asistentes artículos alusivos a la visita del británico, pero el “souvenir” más socorrido estaba relacionado con el clima: las capas impermeables para resistir la lluvia que cayó sorpresivamente.
Aunque los organizadores tenían la idea de que mucha gente se reuniría en este lugar, a dos horas del inicio, no más de una centena aguardaba el concierto, aunque poco a poco más asistentes se reunieron tras la jornada laboral para ver en tiempo real el concierto. (María de Lourdes Torrano)
En números
10
Horas de instalación.
35
Luces robóticas.
66
Lámparas de leds,
82
Bocinas frontales.
La mayoría de los asistentes no tuvieron los recursos para pagar un boleto para ver a McCartney en vivo por lo que han aprovechado la transmisión en la explanada del Altar a la Patria para ir con sus familias. Pese a la lluvia fanáticos del ex Beattle han disfrutado del concierto.
En su concierto en Ciudad de México saludó con un "Hola chilangos" y se quedó mudo viendo el entusiasmo de los 55 mil fans que llenaban el estadio. | ||
Ciudad de México.- El músico británico Paul McCartney llenó por completo el Foro Sol de Ciudad de México el jueves por la noche, en el primero de los dos conciertos que el ex Beatle ofrecerá en el único país de América Latina, junto con Puerto Rico, donde hace escala su gira "Up and Coming Tour". Fue masiva y estruendosa la bienvenida. El más grande espacio de conciertos en vivo que hay en México lució a rebosar, como sucede sólo cuando uno de los grandes del rock se presenta sobre el escenario. Se vendieron unos 55.000 tickets. Lleno total, que habían anunciado los organizadores. Comenzaba apenas el recital cuando la música se detuvo. McCartney, acostumbrado a ver multitudes a sus pies, no podía creer lo que veía. No era la cantidad de mexicanos, sino los ánimos que manifestaban."Este es un gran momento. Me voy a dar un minuto para disfrutarlo", dijo. Del otro lado del escenario un mar de brazos se alzaban como queriendo tocar al consagrado músico de Liverpool. "Hola chilangos", dijo el músico de 68 años, usando el término popular con el que se denomina a los habitantes de Ciudad de México. "Estoy muy contento de estar nuevamente aquí", declaró en un imperfecto español. "Fiesta en México", afirmó. El repertorio para la noche inaugural dio cuenta de las tres etapas importantes en la vida musical de McCartney: como miembro de Los Beatles, de su etapa con Wings, su primera y única banda propia, y luego como solista. Empezó cantando "Venus and Mars" y "All My Loving" antes de darle paso a un popurrí de las mejores canciones de la era beatleriana. Luego cantó temas como "Drive My Car", de su autoría. "Drive My Heart" (conduce mi corazón), pedía una fanática a Sir McCartney en una pancarta. También cantó en vivo "por primera vez aquí en México", el viejo tema de "Ob-La-di, Ob-La-da". McCartney cambió de instrumento casi una decena de veces. Pasó de la guitarra eléctrica a la acústica, a la mandolina y al piano, todos ejecutados con grab habilidad. Es la tercera ocasión que McCartney toca en México. Lo hizo antes en 1993 en el mismo espacio donde tocó la noche del jueves y donde repetirá este viernes, y en 2002, con tres fechas en Palacio de los Deportes, un espacio más reducido y ahora reservado para bandas menores. El segundo de los conciertos del "Up and Coming Tour" en México se transmitirá hoy de forma gratuita, a través de pantallas colocadas en una plaza pública aledaña al Bosque de Chapultepec, el pulmón de Ciudad de México. La gira de McCartney comenzó el 28 de marzo en Arizona e incluye ciudades como Salt Lake City, Dublín, Glasgow y Londres. McCartney figura en el Libro Guinness de Récords como el músico y compositor más exitoso de la música contemporánea, con 60 discos de oro y ventas cercanas a los 100 millones de copias. |
Como ha sido siempre desde que Paul McCartney es músico, una vez que se sube al escenario su magia conquista a todo aquel que lo ve y lo escucha sin importar el lugar del planeta en donde se encuentre.
Ahora le tocó el turno a la Ciudad de México disfrutar de su talento. Ante más de 55 mil fans que abarrotaron el Foro Sol, Sir Paul McCartney deleitó a todos con su repertorio de éxitos que tienen la fuerza suficiente para tocar el corazón a más de uno que con sus acorde y sus letras, recordaba aquellos tiempos en que los sueños juveniles se resumían en la frase: “Amor y Paz”.
Así saludó a la multitud un emocionado Paul McCartney que se llenó de la energía que flotaba en el ambiente del Foro Sol y que convirtió a este concierto en una gran máquina del tiempo que utilizó las canciones para ir al pasado y recordar inevitablemente al cuarteto de Liverpool que revolucionó a la música allá en los lejanos años 60.
Con temas como “Get back”, “Live and let die”, Something”, "The Long and Winding Road", Eleanor Rigby”, “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, “Back in the U.S.S.R.”, “Paperback writer”, “Let it be” y “Hey Jude”, McCartney conmocionó a los asistentes que no dejaron de cantar y bailar, al mismo tiempo que algunos soltaban el llanto, ya sea por la emoción del momento, por los recuerdos que les provocaban estos temas o simplemente porque era una noche inigualable.
El concierto empezó por ahí de las 9 de la noche y diez minutos, según algunos relojes. Luego de la estrepitosa reacción del público cuando apareció en el escenario, Paul McCartney cantó “Venus and Mars rock”, “Jet” y “All my loving” y se alejó del micrófono, soltó su guitarra e inesperadamente contempló lo que pasaba a su alrededor.
En su primer concierto en México, Paul McCartney demostró que ante todo es un hombre generoso.
No sólo regaló una de las muchas guitarras que tocó, autografiada, a una persona en primera fila cuando acabó su presentación, sino que ademas complació una petición de una chica, hizo galas de su sentido del humor y habló mucho entre canciones, a veces en español.
Además, en medio del ascendente y pesado tema ``Live and Let Die'', ofreció un despliegue de fuegos artificiales que puso en éxtasis a las aproximadamente 60.000 personas que abarrotaron el Foro Sol de la capital mexicana.
Horas antes del recital, se anunció que el ex Beatle permitió la transmisión en vivo y gratuita de su segunda fecha en tierra azteca, la noche del viernes en el mismo escenario, en una pantalla gigante.
Según la secretaria de Cultura del gobierno capitalino, Elena Cepeda, es la primera vez que el músico británico permite una transmisión de ese tipo en la misma ciudad en la que se presenta.
``Ustedes son un gran público. Déjenme tomar unos instantes para poder verlo todo'', dijo en inglés observando a los presentes que le aplaudía a rabiar.
Poco después, la marea de gente le correspondió la entrega creando un efecto con sus encendedores en medio del tema ``Let 'Em In''. En lugar de mantener las llamas en alto el público las prendía y apagaba y McCartney les pidió que lo repitieran.
Mientras se prendían, él con su guitarra improvisó el estribillo en inglés: ``Mexico is shining light'' (``México está encendiendo sus luces'').
``!Eso es genial!... !Sólo en Mexico!'', afirmó en inglés.
Más adelante relató en español que cuando tenía 11 años tomó clases de este idioma en la escuela. ``Y esto fue lo que me enseñaron: 'Tres conejos en un árbol, tocando el tambor, que sí que no, que lo vi yo'''. La frase, dicha entre la ingenuidad y la burla a su español, le valió un gran aplauso.
Y quizá porque sus conocimientos de la lengua son limitados, cuando quiso presentar a los músicos que lo acompañaban anunció que era su ``pantástica fanda'', para, luego de reírse, corregir por ``fantástica banda''.
En medio del clásico ``Hey Jude'' exhortó a que la gente cantara sin acompañamiento musical. Sucesivamente pidió que sólo los hombres cantaran y posó como si fuera un fisiculturista. Y cuando le tocó el turno a las mujeres se puso una mano en la cintura, la otra detrás del cuello y movió sus caderas sugestivamente.
Dijo que le gustaba ver tantos carteles en manos del público y leyó uno que tenía en sus manos una chica y que decía en inglés que quería bailar con él en el escenario. Sin dudarlo, McCartney la invitó a subir a la tarima.
Aunque el proceso para que la chica finalmente estuviera cerca del cantante fue largo, y él tuvo que arrancar el tema ``Get Back'' sin la chica, a los pocos minutos ésta apareció y se contoneó con todo al lado del músico.
El concierto, que forma parte de su gira ``Up and Coming'' duró poco más de tres horas en las que cantó más de 30 canciones suyas y algunas que se hicieron famosas durante su trayectoria con el legendario cuarteto de Liverpool.
Todos estamos muy contentos porque Paul McCartney se está presentando por estos días en el Distrito Federal con la gira Up and Coming Tour (27 y 28 de Mayo), y como los Rolling Stones, los fanáticos del rock and roll especulamos si será su última gira.
El buen "Macca" no parece tener ánimos de parar, por lo menos así lo muestra en sus conciertos del estadio Citi Field en Nueva York del año pasado, y los fanáticos ya seremos testigos de su grandeza una vez más en tierras mexicanas.
Hablar de Paul McCartney es apasionante y complicado, ya que si lo vemos desde la perspectiva Beatle, sencillamente era el músico más completo de los cuatro, pero este es sólo un valor complementario, ya que también era el creador de melodías sublimes cuyas letras contaban con un espectro emocional tan amplio que van desde la soledad, la desesperanza, la edad, pasando por el desamor, la Virgen María y las drogas duras, hasta la alegría de estar vivo y la belleza en los pequeños detalles.
McCartney al iniciar su carrera como solista le apostó por los sencillos que sabían que pegarían en las listas de popularidad, pero no por esto necesariamente malos, contando siempre con la calidad armoniosa tan característica de él.
Criticarlo por lo mismo pareció ser el ejercicio favorito de los puristas Beatles, pero en estos primeros discos encontramos maravillas como Ram (1971) o Band on the Run (1973), discos con canciones desafiantes y propositivas que muy pocos hubieran podido visualizar y mucho menos crearlas.
No se puede negar el bache creativo en el que cayó por varios años posterior a sus primeros discos de solista (o con los Wings), ya que el talento siempre lo tuvo, pero parecía componer ya sin rabia, espíritu y fuerza, como si ya no lo motivara más que el afán de componer canciones exitosas, el más grande pecado musical de su vida.
Tras la reunión con Ringo y George a mediado de los años 90 para el proyecto de Anthology, sale a la luz un disco hermoso, Flaming Pie (1997), con un McCartney emotivo, que sólo le importaba componer para sí mismo, acerca de su familia y su sentir hacia la vida.
A partir de aquí comenzó una nueva etapa creativa que no vislumbra algún bache cercano, al contrario, cada vez se muestra más creativo con un pop sencillo, ecléctico y sublime, que ya nada tiene que ver con crear sencillos de éxito, sino piezas musicales para la vida y la música, como si fuera un Abbey Road, como si fuera un Album Blanco. Honor al buen Macca, a Sir Paul McCartney.
México, 28 mayo 2.010
Como agradecimiento a la buena noche que pasó en México, Sir Paul McCartney se descolgó la guitarra al final del concierto, la alzó en el aire y, tras un rápido aspaviento para firmarla, se la entregó a un fan al pie del escenario.
"Vosotros tenéis que ir a casa, nosotros tenemos que ir a casa", acababa de despedirse minutos antes tras tres horas de concierto en las que el ex Beatle demostró una vez más su pacto con el diablo para mantenerse eternamente joven y enérgico.
La llegada de McCartney había creado suma expectación en México, con largas filas y tensiones para hacerse con una entrada a alguno de sus dos conciertos (habrá otro esta noche, también en el Foro Sol de Ciudad de México). Muchos fans se congregaron ayer frente al hotel de lujo donde se hospeda, en espera de ver al ídolo.
Éste, sabedor de que muchos se quedaron sin "premio", autorizó y pagó la instalación de una pantalla gigante en un espacio verde de la capital mexicana, el bosque de Chapultepec.
El recital, parte del "Up and Coming Tour", también se retransmitirá por Internet.
"Macca" disfrutó tanto como el público mexicano con el reencuentro tras ocho años sin verse, y pasó gran parte de la noche practicando jovialmente su español.
"Tres conejos en un árbol tocando el tambor, que sí, que no, que lo he visto yo", espetó el caballero británico para asombro de los 55.000 espectadores, como recuerdo de sus clases de español en la escuela, cuando tenía once años y el submarino amarillo no existía.
Su locuacidad lo convirtió, posiblemente, en el artista tanto latino como anglosajón más parlanchín que haya pasado por México en los últimos años. A veces, con alguna frase más complicada, parecía recurrir a alguna pantalla o letrero a sus pies.
"Escribí esta canción pensando en mi amigo John", dijo antes de cantar "Here today", en memoria al Beatle asesinado, Lennon. También recordó al fallecido George Harrison ("¡Georgie!", gritó), y a su primera mujer, Linda.
La velada alternó las canciones de su carrera en solitario, los temas de su grupo de los 70, Wings ("Band on the run", y "Live and let die", ésta última con unos espectaculares fuegos artificiales en colores rojo y champán), y clásicos de los cuatro de Liverpool.
"All my loving" calentó el ambiente; "Let it be" unió corazones; "Hey Jude" hipnotizó en el aire a los 110.000 brazos presentes; y "Get back" subió a una fan al escenario, entre otros momentos mágicos (no se olvidó de "Yesterday" ni de "Day tripper").
Pero el asombrado fue él cuando gran parte del Foro Sol comenzó a encender y apagar teléfonos y encendedores, causando una ola intermitente de luz que recorría la pista y graderíos.
"Ese momento con las luces ha sido genial", comentó en un par de ocasiones. Quien sabe si por respeto a su título nobiliario o a su realeza musical, la mayoría de los espectadores recurrió a la vieja escuela, al encendedor.
Pudo ser incluso que los dioses aztecas observaran desde lo alto, ya que Tlaloc, señor de la lluvia, convirtió en ligera llovizna el aguacero que planeó sombrío sobre la urbe toda la tarde, y detuvo la descarga minutos antes de la salida al escenario de "Macca".
La luna llena ojeaba, parapetada tras un pequeño muro de nubes, pero con el tiempo hizo su aparición completa y majestuosa. Sir Paul la admiró y siguió el espectáculo como un torrente.
El astro nocturno, sin embargo, no pudo igualar la energía del ex Beatle, que tardó casi dos horas y media en retirarse del escenario para que le pidieran más y no dio señal de cansancio. Cuando regaló su guitarra, la luna ya no estaba ahí.
Foro Sol La noche del jueves el ex Beatle ofreció el primero de los dos conciertos que realizará en la ciudad de México, como parte de la nueva etapa de su gira internacional “Up and Coming”
Paul McCartney se alejó tres pasos del micrófono. Descansó la guitarra para poder cruzar los brazos. Con la mirada puesta en la Luna, se dispuso a escuchar el grito masivo de 55 mil personas: “¡Paul, Paul, Paul!”.
El gesto en su rostro era de indudable satisfacción, y podía tener muchas interpretaciones. Por ejemplo, que habían valido la pena aquellas tardes en que su padre tocaba la guitarra mientras él, un niño de seis años, le miraba sentado sobre el piso. O que se acordaba de aquel policía que atravesó el campo de The Shea Stadium cargando una fan rubia exuberante (y desmayada) durante aquel último concierto masivo de The Beatles, aquel 15 de agosto de 1965.
“Son una audiencia maravillosa, y voy a tomarme un momento para disfrutarlo”, dijo Sir Paul McCartney en el primero, de los dos conciertos que ofrece en el Foro Sol, como parte de una nueva etapa de su gira internacional “Up and Coming Tour”.
Y fue en ese momento cuando apenas había cantado “Venus and Mars rock”, “Jet” y “All my loving” que Paul se alejó del micrófono para escuchar a las 55 mil personas ahí reunidas corear su nombre.
En 1968, durante la última entrevista junto a John Lennon, todavía como The Beatles, McCartney dijo: “Hemos dejado de hacer conciertos porque sólo escuchamos gritos”. Ante la insistencia del entrevistador por retomar el tema de las giras, Lennon replicó: “No mientras siga habiendo más gritos que música”. Pero Paul cedió: “Quizá en el futuro”.
42 años después, ese futuro de MACCA estuvo en la ciudad de México frente a un público al que saludó en un entendible castellano: “¡Hola chilangos!”.
Porque en efecto, sus fans de ahora pueden disfrutar el concierto de este ex Beatle sentados y en orden, aunque hay cosas que no cambian.
A las 21:10 horas, McCartney salió al escenario, y en ese momento una mujer que se encontraba en la zona General A del Foro Sol levantó una pancarta en la que escribió una petición: “Paul, quiero bailar contigo”, y no la bajó hasta que McCartney la vio dos horas después y le dijo: “¿Quieres bailar conmigo?” ¿De verdas quieres bailar conmigo? ¡Pues ven, súbete!”.
El músico de casi 68 años de edad la esperó un par de minutos hasta que la mujer, efectivamente, apareció sobre el escenario.
Mientras la esperaba, el británico la presentó así: “Esta noche tendremos una invitada especial que yo no conozco, y ustedes tampoco, pero podemos decir que esta mujer es esta noche la ciudad de México”.
Al tiempo que tocaba “Get back” apareció la invitada anónima que, en efecto, comenzó a bailar al ritmo de la guitarra de Paul y que, aprovechando la metáfora del propio McCartney, resultó ser una ciudad de México de cintura breve y senos volcánicos.
Sus voluptuosos movimientos provocaron el comentario lujurioso de más de un espectador, no así de McCartney quien, en su carácter de “Sir” inglés, se limitó a estrecharle la mano, preguntarle amablemente su nombre y despedirla con un sutil beso en la mejilla. Después de todo, esa mujer “era la ciudad de México”.
Otro fenómeno inevitable desde que integraba The Beatles fueron los gritos que despierta entre los jóvenes. Por ejemplo, cuando MACCA y su banda interpretaron el clásico “Live and let die”, no sólo los fans de antaño se emocionaron de más, también las nuevas generaciones, aquellas que lo escucharon en la música de Guns N’ Roses en la década de los 90, no pudieron evitar sobreexcitarse, y algunos de ellos, hasta hicieron “headbanging”.
En sentido inverso, la melancolía de “Something” provocó las lágrimas de una joven de 24 años, de cabello matizado en tonos azules, que lloró en silencio mientras su novio la abrazaba amorosamente al tiempo que expresó: “¡ese es el poder de la música que trasciende las generaciones!”.
Esa misma nostalgia movió Paul McCartney en los espectadores cuando rindió tributo a George Harrison con “Something”. En aquel momento, el artista dejó la guitarra para tocar el ukulele, elemento emblemático de aquel Harrison espiritual que encontró en los instrumentos asiáticos una nueva forma de expresarse.
El hecho de que Paul tomara el ukulele tiene especial relevancia para los fanáticos de The Beatles, pues en la reunicón de McCartney con Harrison grabada para la “Anthology” en la década de los 90. George aparece siempre con este instrumento, porque además en la memoria de los beatlemaniacos, siempre será el único Beatle que confrontaba ese autoritarismo que ejercía McCartney en las grabaciones, y quedó plasmado tanto en los álbumes “Let it be” como en “Anthology”.
Desde el comienzo del recital, el público se mostró muy emocionado, lo que provocó que McCartney hiciera una pantomima de tocar al público con una mano y fingir que se hubiera quemado.
En "The Long and Winding Road", la audiencia mostró que el calor no era solo emocional ya que prendió los encendedores (no la luz del celular) para iluminar el momento de la canción.
Sin promocionar un nuevo álbum, Sir Paul McCartney (considerado por el récord Guiness como “el compositor más exitoso en la historia de la música popular”) abarcó un repertorio que incluyó piezas de toda su carrera, tanto en su etapa Beatle como en la solista con “Wings”.
Algunas de las más de 30 canciones que interpretó anoche fueron: “”Letting go”, “Highway”, “Let me roll it” (misma que fusionó con un mini tributo a Jimi Hendrix con “Foxy lady”), “My love” (escrita especialmente para Linda McCartney, y dedicada anoche “a todos los enamorados”), “Here today”, “Dance tonight”; “Eleanor Rigby”, “Sing the changes”, “Band on the run”, “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, “Back in the U.S.S.R.”, “I’ve got a feeling”, “Paperback writer”, “Let it be” y “Hey Jude”.
Hoy por la noche, el músico realizará su segunda presentación, misma que será transmitida simultáneamente para miles de capitalinos a través de megapantalla que se instalará en el Zócalo y en el altar de la patria, un monumento con plaza dentro del llamado Bosque de Chapultepec.
El espectáculo también se transmitirá por Internet a través de la pagina oficial de una importante marca refresquera.
Energía. El ex beatle salió al escenario luciendo un traje negro, e inició su concierto con "Venus and mars", tema del sexto álbum de su carrera como solista. |
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Con la vitalidad de un joven, pese a sus 67 años, Paul McCartney dejó en claro que la noche de ayer sería una “fiesta en México”, ya que pasadas las 21:00 horas, con una llovizna que amenazaba la velada, el ex beatle salió al escenario luciendo un traje negro, e inició su concierto con “Venus and mars”, tema del sexto álbum de su carrera como solista.
Dos pantallas gigantes a los lados del escenario mostraban a un Paul contento, al gritar “hola, chilangos”, lo cual fue el preámbulo para que todos saltarán de sus asientos y cantarán “All my loving”, el cual fue coreado por los asistentes que le gritaban: “eres grande, Paul”, y algunos otros sacaban pancartas que decían “Beatles forever”.
Desde el primer momento McCartney intentó comunicarse con los asistentes en español, quienes en su mayoría eran familias a las que deleitó con “Got to get you into my life”, mientras en las pantallas se exhibían imágenes del juego de rock band que recoge gran parte del repertorio del cuarteto de Liverpool.
“Estamos muy contentos de estar aquí de nuevo”, dijo mientras se despojaba de su saco, acto que hizo que le lanzarán piropos y, al quedarse sólo con una camisa blanca y tirantes rojos, interpretó “Let me roll it”.
Luego se siguió con “Two of us” y “Blackbird”, que fue coreada a todo pulmón por Orlando Ruiz, quien vino desde Morelia para ver a Paul, y como buen seguidor también es vegetariano. “My love” fue el tema en el que expresó: “Esta canción en para Linda y hoy también es para los enamorados”, misma que interpretó acompañado de su piano.
El ambiente se puso nostálgico cuando se escucharon los acordes de “Eleanor Rigby”,
canción que enloqueció a todos, pero cuando Paul dijo que el tema siguiente era para George y cantó a capela “Something”, algunos fanáticos no contuvieron las lágrimas al ver las fotografías de los dos beatles juntos en las pantallas.
A pesar de las diferencia de edades que se congregaron en el Foro Sol, nadie dudó en abrazase y cantar “Ob-la-di, ob-la-da”, tema que pidió Paul que cantará el público.
“Back in the USSR” fue el tema “pesado” de la noche, el cual fue acompañado de imágenes de aviones y bailarinas en blanco y negro.
Más de 10 guitarras presentó el compositor, que no dudó en nombrar a sus ex compañeros entre cada canción.
El cantante estuvo acompañado de los músicos que lo han seguido durante toda la gira Up and coming, y quienes también lo apoyaron durante el proceso de divorcio que lo colocó en las portadas de los tabloides del mundo. El músico deleitó a más de 60 mil espectadores, que tras más de ocho años de ausencia en México lo esperaron con paciencia.
El “Sargento pimienta” se hizo presente en el Foro Sol y con los celulares y con aplausos muchos revivieron esa época de amor y paz.
“A day in the life” fue el tema que hizo que algunos no pudieran resistir el ovacionar por más de dos minutos a McCartney.
Un explosiva sorpresa llegó cuando cantó “Live ór let dié” con fuegos artificiales y luces multicolores. “Let It Be “ una de las canciones más ovacionadas y seguidas por los asistentes hizo que Paul mirará al cielo como señal del satisfacción. Hasta el cierre de esta edición el cantante continuaba con la fiesta.
Más de 25 temas habían sido interpretados por McCartney quien llegó al escenario cargando una bandera de México y la ondeó.
© Vendimia
Las playeras se vendieron en 100 pesos, sudaderas en 250, tazas
en 70.
© Duración
El concierto tuvo una duración de casi tres horas.
© Asistencia
Pese a la amenaza de lluvia, el Foro Sol estuvo completamente lleno.
© Revendedores
La gran demanda por ver al ex beatle hizo que hubiera reventa
de boletos que costaron en taquilla mil 100 pesos y se elevaron
hasta en ocho mil, según paginas
en internet.
© Siguiente fecha
Hoy es el segundo concierto que realizará el cantante en la ciudad de México.
Entre los asistentes se pudo observar a personas de diferentes edades, pero también a un gran número de jóvenes.
Ciudad de México.- El cantante inglés, Paul McCartney, arrancó esta noche uno de los dos conciertos que ofrecerá en el Foro Sol de esta ciudad con su gira "Up and Coming".
Vestido de traje negro y con su guitarra el ex Beattle apareció en el escenario ante miles de fans mexicanos que desde esta tarde esperaban ver al artista pese a la amenaza de lluvia.
Entre los fanáticos asistentes al gran concierto se pudo observar que había personas de todas las edades, treintones y cincuentones, además de un gran número de jóvenes. Se espera que entre su repertorio incluya canciones como “Yesterday”, entre otros de sus grandes éxitos con el cuarteto de Liverpool.